Los niños tocan a la puerta y piden permiso para rezar a los difuntos de la casa que visitan.
Un padre nuestro, un Ave María y cualquier otra oración para rematar.
Después los niños se persignan y se disponen a pedir sus mandarinas, panes y tamales.
Ya llegó la Chilindrina para que le den su mandarina
Ya llegó el Chavo del Ocho para que le den su bizcocho
Ya llegó el Profesor Jirafales para que le den sus tamales
Ya llegó el Chavo del Ocho para que le den su bizcocho
Ya llegó el Profesor Jirafales para que le den sus tamales
O puede cambiar ligeramente la versión...
Ahí viene la Chilindrina a pedir su mandarina
Ahí viene Pancho Pantera a pedir su calavera
Ahí viene el Chavo del Ocho a pedir su bizcocho
Ahí vienen los abuelitos a pedir sus tamalitosAhí viene Pancho Pantera a pedir su calavera
Después salen
y siguen su larga tarea de rezar y recoger dulces en cada casa.
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