sábado, 27 de marzo de 2010

Para empezar

Hace dos años llegamos a vivir a este pueblo que pertenece a la Delegación Milpa Alta. Algunos amigos se preguntaron qué podíamos hacer en un pueblo tan alejado de la ciudad. Nosotros también lo llegamos a pensar. Con una casa a medio construir, con la familia y los amigos a dos horas y media de camino, lo mejor que podíamos hacer era encontrar una vida aquí.

Milpa Alta es uno de los pulmones de la Ciudad de México y es una de las pocas delegaciones en las que la gente vive de la tierra. Hay pueblos donde se ha dejado la actividad agrícola. Las nuevas generaciones abandonan el campo para ser choferes de volkswagens destartalados convertidos en taxis o microbuseros. Y aunque la decisión se me hace lamentable, ellos no encuentran un beneficio económico después de tantos meses de trabajo. Una amiga me decía que no entendía por qué los campesinos se quejaban tanto si para plantar sólo basta con echar los granos de maíz y ya. Ahora que vivo en San Pablo entiendo que sembrar no significa aventar las semillas y esperar a que llegue el tiempo de la cosecha.

Llegamos a este lugar con una idea del orden de las cosas, pero la Naturaleza y la gente de este pueblo nos muestra otro lado de la realidad. En este blog les contaremos nuestros días en San Pablo Oztotepec, "el pendejo grandote" como escuché que le dicen por ahí, la tierra de las tuzas, el pueblo que alberga el Cuartel Zapatista, una hacienda que pertenecía al cacique del pueblo y en la que el General Zapata ratificó el Plan de Ayala.

¡Bienvenidos a mi pueblo!

1 comentario:

  1. Interesante y emotiva entrada con la que m eidentifico profundamente por recordarme mi aventuresca luna de miel por Chiapas que duró 3 años y a la que repetimos con una década. Por Selvas, sierras y ciudades capitales. Romántico y bello. Qué fortuna el poderlo hacer a éstas alturas del partido. Dan ganas de emularlos. Muchísima suerte y éxito

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